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FICARQ es un festival internacional que cuenta con once ediciones en su haber . Ha tenido carácter itinerante (Avilés, Oviedo, Santander, Madrid y Barcelona).
Las secciones oficiales competitivas de FICARQ son ARTE EN EL SÉPTIMO ARTE (películas de ficción) y ARQUITECTURAS FILMADAS (documentales).
En este nueva edición de FICARQ además de ser puente entre las artes cinematográficas y arquitectónicas, queremos ser puente entre generaciones y por ello dedicamos una mención especial a aquellas propuestas que acudan al festival realizadas por personas que sean menores veinticinco años y mayores de cincuenta.
Con ello pretendemos incentivar la participación de los ciudadanos especialmente en las categorías cortos o micrometrajes de ficción y documental para dar un espacio de reconocimiento a todas aquellas personas que, por rango de edad, están más alejadas de los circuitos convencionales de producción audiovisual y festivales de cine.
En FICARQ creemos sinceramente en el poder transformador del arte y la cultura en nuestra sociedad y de esta manera damos paso a muchos puntos de vista de creación en libertad, mostrando en cada ciudad en la que se organiza FICARQ una ventana abierta a sus ciudadanos y a sus inquietudes, ya sean convencionales a través del paisaje urbano, rural o arqueológico, como también otras formas de relacionarse con su medioambiente como ocurre en el arte urbano o bien mostrando formas de expresión de las personas dentro de un entorno arquitectónico como la danza urbana contemporánea, streetdance, breakdance, movimiento parkour, etc.
LEMA DEL FESTIVAL:
EL CAMBIO CLIMATICO COMO INCERTIDUMBRES QUE SE NOS PLANTEAN EN ESTA NUEVA NORMALIDAD, DONDE LAS ESTRUCTURAS SOLIDAS SOCIALES Y FAMILIARES SE DILUYEN EN UNA SUCESIÓN INFINITA DE NUEVOS COMIENZOS A FALTA DE UN FUTURO ASEGURADO.
En FICARQ, creemos que hoy ya es imprescindible actuar desde distintas vías más allá de las políticas medioambientales y que, lejos del catastrofismo que el cine nos muestra habitualmente en la ficción, nos permitan reconsiderar nuestras actuaciones y relación con el planeta.
Actualmente vivimos en mundo muy globalizado y muy bien intercomunicado, pero en el que durante la última crisis mundial originada por el SARS2/COVID-19, hemos seguido funcionando en modo automático, reconstruyendo todo lo que garantice nuestro desarrollo basado en el consumo, pero sin tener demasiado en cuenta su sostenibilidad.
Somos el origen y a la vez la única solución a nuestros grandes problemas, por lo que será mejor que empecemos a imaginar, diseñar, construir, edificar nuevas realidades con sólidas estructuras que nos permitan convivir en un futuro sin emergencias sociales o medioambientales, evitando el torrente de crispación por el que fluyen tantas malas noticias.